Todos los días, una novedad. Desde que cumplió un añito, todo son cambios.
Un día duerme en su cuarto, otro día cena como una mayor, al siguiente se cepilla los dientes solita, coge la servilleta ella sola, entabla un "conversación" cuando menos te lo esperas, bebe de un vaso o no quiere biberón (y eso que era su vicio)...
En fin, que seguimos sin aburrirnos.
Estamos muy entretenidos y ya hay tardes que no podemos salir a pasear, es entonces cuando hay que buscar alternativas. Ya hemos probado a ir a la biblioteca y es una buena opción, se lo pasó muy bien.
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