Tremendamente me apetece contaros esta fantástica experiencia.
Carmen Loc, siempre ha sabido que es vietnamita y que fuimos a buscarla pero hasta el otro día creo que no ha sido consciente de lo que ello significaba.
La noche del 28 de diciembre (y no es ninguna inocentada), Carmen Loc se estaba vistiendo tras su baño diario. El ordenador, que nunca se apaga, estaba pasando la secuencia de fotos que tiene configurada como protección de pantalla y aquí empezó todo... Estaban saliendo fotos del orfanato de Hai Duong y comienzan a aparecer las fotos de Carmen Loc en brazos de su cuidadora, ella, con cara de pena y parca en palabras, pregunta:- ¿Mamá?
Aproveché la ocasión, pensando que no aguantaría toda la historia, que no prestaría atención pero, para nuestra sorpresa, se enteró de todo y llegamos hasta las fotos del aeropuerto. Cuando preguntó por mamá, le conté que nosotros estábamos haciéndole fotos con su cuidadora y que, como era la primera vez que nos encontrábamos, ella nos miraba raro (sonrió ante mi cara de extrañeza). De tal manera que en cuanto la cogí, empezó a llorar. Pero que, al poco tiempo, en brazos de su papá, empezó a pasárselo muy bien.
Cuando mamá volvió a cogerla, ya estuvo más tranquila y le pregunté: -¿Es que sabías que yo era tu mamá?. Evidentemente, y desde su entendimiento realista y su inocencia, su respuesta fue un SÍ rotundo.
Le conté que la dejamos pasar allí la última noche con sus hermanitos de cuna para que su cuidadora la pusiese muy guapa para la celebración del día siguiente porque ya se quedaría con nosotros para siempre.
Pasé a las fotos de la ceremonia de entrega y al volver a verse en brazos de su cuidadora, repitió de nuevo:- ¿mamá?, ¿papá?... En este momento, pensé, "qué chasco se está llevando ahora mismo" pero , afortunadamente, su cuidadora le está haciendo mimitos en en una de las fotos y, ella se dio cuenta de que se estaba despidiendo y que la quería mucho, así se lo conté.
Lo siguiente, son fotos donde Loc ya está con nosotros y su cuidadora no vuelve a aparecer.
Ahora ya, sí que salté a las fotos del aeropuerto. En este punto, creí necesario terminar de situarla en la familia. Le conté que vinimos en un gran avión que tuvimos que esperar un buen rato las maletas pero que todos nos estaban esperando.
Cuando vio a los familiares esperando y se vio de brazos en brazos entendió el porqué forma parte de nuestra familia. Con el viaje en autobús hasta Mérida y la llegada a casa, finalizó la narración de cómo llegó hasta nosotros.
Y no encontré mejor manera de despedir el 2012 en este blog.
Desde aquí, os deseamos que 2013 os conceda todo lo que soñáis.
